No sé si es que últimamente tengo mala suerte, o es que es más habitual de lo que pensaba, o es que hay algún mensaje oculto:
Hace unas semanas compré La hora de la estrella y cuando ya me encontraba inmersa en la historia, allá por la página 31, me topo de improviso, al doblar la esquina, con la página 60. Como esta forma de elipsis me resulta demasiado incómoda, fui con el ticket de compra a la tienda y lo cambié por un ejemplar más ortodoxo, con todas sus paginitas en su sitio y eso. Vale.
Anoche me animé a empezar una recopilación de cuentos de Cheever, una edición muy mona ella pero un poquito pesada (pesada de kilos, no de aburrimiento, se entiende) -de ahí que haya tardado unos meses en decidirme a leerla: en el bolso no cabe y en la cama duele- y después de la página 64 sigue la 97. Así, sin ningún tipo de pudor. ¿Esto significará algo?, ¿será una indirecta del destino?, ¿a mi vida le falta un trozo o algo así? Yo diría que le faltan más de uno, pero bueno, una va poco a poco, ¿no? Tampoco es para ponerse a mandarme mensajes con segundas cada dos por tres. Digo yo.
En fin, lo malo es que hace meses que lo adquirí y no conservo el ticket de compra, ni siquiera recuerdo si fue en la Fnac o en la Casa del libro... Lo bueno es que no me deja ningún cuento a medias. Pero se salta dos enteritos: Oh, ciudad de sueños rotos y Los Hartley. Y ahora alguien me dirá que ésos son los dos mejores de la colección...