18 septiembre, 2006

Calabazas



A mi alumna chinita no le gustan las palabras agudas. Dice que tienen un nombre muy feo. Agudas. Parece que te vayas a cortar con su filo. Y que las palabras llanas son llanas porque en español hay muchas. En eso le doy la razón. Son tantas que sería absurdo por su parte tener una actitud pedante.

Para mi alumna el idioma tiene otros recovecos: también dice, por ejemplo, que ella no le ha dado nunca una calabaza a nadie. Y que no entiende por qué dar calabazas significa rechazar o suspender. Reconozco que eso no supe explicárselo. Aunque me picó la curiosidad y buscando por la red…

Parece ser que el origen estriba en la naturaleza del fruto: panzudo y llamativo por su tamaño y color, pero ligero de peso y poco sabroso. O sea: nada de nada, que es lo que uno se lleva cuando suspende, o cuando el chico o la chica de sus desvelos le dice que no, que este baile no se lo concede.

Yo creo que calabaza debería ser una palabra aguda, porque es de las que te pinchan en la mano: ¿qué dedos no sangran un poquito cuando no pueden enlazarse con otros en el penúltimo vals de la fiesta?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En el penúltimo vals... eso significa que el último te toca bailarlo con otra persona a causa de la calabaza ¿no?... ¿pero hay siempre último vals?

Anónimo dijo...

Todo esto de calabazas y bailes, ¿tiene algo que ver con la cenicienta? ¿Cuál es, realmente, el tema de este post, un clásico de Disney?

Soprendente.

Gupe dijo...

Yo creo que siempre tocan otro vals después del que estamos bailando. Puede que el siguiente lo bailemos con el mismo compañero y puede que no. Eso depende de la calabaza.
No creo que exista el último vals. Significaría que después de ése ya no bailas más. Y eso no puede ser.

Gupe dijo...

El tema del post eran las palabras agudas y las calabazas (o las calabazas agudas y las palabras). Pero podemos hablar de la cenicienta, si te hace ilusión :-)

Anónimo dijo...

Has comentado en 'me apunto', ahora te toca a ti recoger la pelota :)